“Yo pongo el espacio primero, antes de observar las cosas de forma histórica, social, o esencialmente de forma política, o económica, o moldeado por clase, raza, género, preferencia sexual, o tratado a través de un discurso lingüístico, psicoanalista, marxista, feminista o cualquier otra disposición especializada.” (E. Soja, 2008)
A sólo unos días de celebrar el Día del Geógrafo, el Ministro de Educación de Chile (MINEDUC) pretende retirar la asignatura de Geografía en educación básica y media, esta situación alarmó a la Sociedad Chilena de Ciencias Geográficas (SOCHIGEO); quienes se opusieron rotundamente a este cambio curricular y que actualmente buscan la forma de llamar la atención de diferentes instituciones académicas nacionales e internacionales, con el fin de que esto no suceda.
Recientemente, la SOCHIEGO ha publicado un comunicado (véase al final de este texto) en el que de forma convincente y resumida, demuestra que la Geografía es una disciplina que ha perdido peso en los organismos de planeación, instituciones de gobierno y últimamente en el sector educativo de Chile. Lo anterior se debe a una falta de sensibilidad geográfica por parte del MINEDUC ante los fenómenos socio-territoriales como los riesgos naturales, el crecimiento de las ciudades, la escases de recursos naturales, los procesos migratorios, las deforestaciones, la resilencia biológica, entre otros; los cuales afectan la relación humana con su entorno físico.
Instrumentos de análisis geográfico como los estudios de impacto ambiental y planificación parecen no importar en este proceso de cambio curricular en la educación básica y media del país chileno. Tanto en el entorno rural como en el urbano, la Geografía como disciplina ha sido subestimada, a pesar de su capacidad de resistencia a proyectos urbanos habitacionales, de explotación de recursos, de transporte y movilidad y de cualquier intervención humana que implique el favorecimiento de los intereses particulares sobre un bien común.
Con la eliminación de la Geografía como materia curricular en el nivel educativo básico y medio, la sociedad chilena podría estar perdiendo al próximo Edward Soja quien sin querer había desarrollado una habilidad geográfica a temprana edad, en su lugar de residencia (El Bronx- N.Y.). Ejemplos como un mapa mental cada día que se aventuraba y caminaba de más para encontrar un nuevo lugar, o cuando a los diez años se fijó la meta de nombrar y localizar cada ciudad de un millón, quinientos mil y cien mil residentes, en un atlas, son ejemplos sobre el conocimiento geográfico del pequeño E. Soja. Cabe mencionar que cada vez que le preguntaban que iba a ser de grande, a Soja nunca le pasó por la cabeza decir que sería geógrafo 1) porque a nadie escuchó decir que quisiera serlo y 2) porque no sabía que se pudiera vivir de aquello que realizaba, con el único interés de explorar.
La experiencia de E. Soja pueden leerla en un capítulo titulado Taking space personally, en el libro de Benny Warf “The Spatial Turn”, donde Soja recuerda su niñez y cómo fueron sus primeros acercamientos a la Geografía, las actividades durante su infancia y su formación académica. Más allá de lo conmovedor que evoca lo anterior, mi intención es rescatar la experiencia a temprana edad que bien se relaciona con el impacto que puede tener eliminar la Geografía en el sector educativo del país chileno, sobre todo a nivel básico y medio. Así, creo en lo personal que esta medida no llevará a un desarrollo sino a una limitación de marcos educativos y detrimento de la Geografía; ciencia, perspectiva, enfoque y conocimiento que antepongo en cualquier experiencia académica y laboral.
MINEDUC, NO MATES LA GEOGRAFÍA.